martes, 25 de mayo de 2010

El Caso British Petroleum

Cuando descubrí las Relaciones Públicas en el quinto ciclo de la universidad supe que esta especialidad era la actividad a la que me podría dedicar en algún momento. Todo lo que está en su campo me atraería hasta que descubrí la actividad que para mí se conviertió en la razón por la que me gustaría dedicarme de lleno a esta labor: La Responsabilidad Social.

El brindar y ayudar a las mejoras en una sociedad en sus diferentes ámbitos de manera voluntaria, como parte de un compromiso de las organizaciones con su entorno, humanizándolas, creo que es uno de los más importantes cambios, sino el más, que han podido tener las empresas en estos tiempos.

Las empresas se han convertido en importantes, y por qué no decirlo vitales, actores en el acontecer nacional y mundial. El accionar de esta nos afecta, a unos más a otros menos. Sin embargo, hay algo que no se puede dejar de lado: que todas las empresas deben tener esta faceta en su política, y sobretodo en su espíritu, su cultura. Esta no debe darse no como una estrategia de marketing, que ayuda mucho a posicionar su marca, sino como una iniciativa de responsabilidad seria de ayudar.

Después de un mes de acaecido la gravísima situación que está ocurriendo en el Golfo de México, a algunos kilómetros de Lousiana, donde la explosión y hundimiento de una plataforma petrolera y el constante e imparable (hasta el momento) derrame de petroleo en el mar, nos muestra de un modo crudo la falta de compromiso de la empresa petrolera British Petroleum con la sociedad, y con el medio ambiente.

Las declaraciones de funcionarios de esta empresa, así como de las contratadas para la construcción de la plataforma, en el senado americano acusándose una a otra la tragedia demuestra el cinismo de estas al demostrar que no han estado a la altura de las circunstancias. La British Petroleum, siendo lo que es, como parte de su cultura tiene como deber velar por el bienestar del entorno donde trabaja, y no dar chance a errores como este. Muy por el contrario, nos ha hecho saber que nunca le importó, de lo contrario hubieran tenido planes de contingencia.
Simplemente se mofaron que el gobierno federal estadounidense no les haya exigido ninguna regulación.

Su área de comunicaciones se ha convertido en un salvavidas que busca mantener a flote a la empresa en una tormenta negra donde no hay chance para respirar. Peor sufren las especies marinas afectadas así como los seres que viven en el ecosistema. Miles de personas dedicadas al sector de la pesca y el turismo están siendo duramente afectados.

Lamentablemente este se convierte en el mejor ejemplo de la peor situación que le podría ocurrir a una empresa si no tiene un compromiso real con la sociedad, pero sí uno estrecho y exclusivo con las utilidades.




No hay comentarios:

Publicar un comentario